domingo, 17 de febrero de 2008

La Industria sin chimeneas, contamina!!

Nos encontramos en plena etapa de transición, supongo que esto ya ha pasado en paises con tradición turística, pero en esto somos nuevos y hay que adaptar hábitos y costumbres, para no ahuyentar al visitante y no provocar una gran gresca urbana.
Me refiero al fenomeno turístico y su impacto en el día a día en los "vecinos" de la Ciudad de Buenos Aires.
(Nota de la Redacción: Antes de cualquier declaración, me reconozco que alguna vez he sido turista y por lo tanto, he realizado alguna de las conductas que se describirán posteriormente).
Les cuento un par de datos para ponerlo en situación de mi percepción de la realidad, yo trabajo en el centro de la ciudad, "downtown" dirían ahora los taxistas y quiosqueros porteños, grandes promotores de este complot y de esta vil engañifa.

Como usuario urbano, me muevo en el centro realizando trámites típicos de mi actividad y otros relacionados con mi condición humana (comer, comprar, viajar) y en las realización de estas actividades, el porteño se ha encontrado con un nuevo ser, un mereodeador sin conocimiento del código de comportamiento porteño: el turista. Facil de reconocer por su vestimenta ridícula, su camara de fotos, sus bolsas de compras, mapas, gorra y agua mineral de litro. Su conducta habitual es mirar todo con parsimonia y omnicomprensiva sorpresa que destina para todo lo que se le cruza, desde un mimo hasta un guardia urbana (especie ya extinguida).


Todo le gusta, desde el alfajor Havana hasta las estatuas vivientes, demora años en recorrer una cuadra (con el consebido disgusto para los transeuntes porteños), se montan a colectivos o subtes en hora pico y van con una sonrisa ya sospechosa, almuerzan a las 10 de la mañana y cenan a las seis de la tarde.

Compran cuero, zapatillas, ropa, alfajores havana, tango, che guevara, evita, futbol y como queriendo ser amigables se compran la remera de la selección argentina para que le cobren menos (hermano, si me hablás en alemán, con esa camiseta, me estás tomando el pelo, te cobro el doble!). Me parece ferpecto, comprensé todo!!

A la salida de Las Galerías Pacífico hay una asociación ilícita que atraca a los que tienen más de una bolsa de compras o tengan pinta de turistas y le acercan un almanaque con un signo de zoodíaco, te asaltan y te dicen "usted es Tauro!!" y el turista amable, si comprende, comete el gran error...le contesta "no, libra!" ahi no se lo saca más de encima! lo persigue como si fuera el nueve del equipo rival y hasta no sacarle 5 pesos por un almanaque pedorro, el tipo no para. Basta con eso. No todo tipo con bolsa es turista. El otro día me atracó y le dije la célebre frase del personaje de Roberto Arlt, Erdosaín en "Los Siete Locos" "..rajá, turrito, rajá!". Por solo darme la oportunidad de decir esa frase yo pagaba cinco pesos, ojo!Suerto que el tipo no se avivó!

Volvamos a lo nuestro.


Yo me pregunto que nos ven. Me comentaron que les encantan que nos besemos, que nos putiemos, que haya piqueteros (les sacan fotos y se meten en sus marchas!), que todo sea un caos, que se puedan colar, que todo sea barato y cuando se van a los paisajes naturales, les gusta que todo sea rústico y deshabitado. Les encanta el tango, que es un baile sexual, pero que acá no lo bailamos y por ser sensual bailamos cualquier boludez (lambada, macarena, el delas ketchup!, que lo parió!). Les encanta el Malbec de 90 pesos (les parece regalado!), dejan media botella llena y hasta los vegetarianos comen carne acá, porque es un experiencia única!?. No los entiendo, pero me parece perfecto. Apoyo el turismo!


Traigo un tema a colación, no como colación.Hay un fenómeno que es raro de entender en Buenos Aires. De golpe se volvió un destino favorito por el turismo gay. Acá los gays son tratados como seres humanos y los comerciantes se vuelven locos por ellos (crearon un vino gay, me lo explican?) y hasta los quisqueros de Florida venden su guia gay de Buenos Aires. Las parejas gay caminan de la mano en la calle y la fauna urbana los mira sin emitir comentario.Desde cuando tanta tolerancia? Si son turistas los tratamos bien, pero si son argentos, los puteamos? No señor, igualdad para los discriminados, que tanto!!
Volviendo al tema principal, todo esto me parece perfecto, si lo miro desde un punto de vista ecónomico estoy a favor mil por mil. Pero como transeunte y usuario de la ciudad, partamos la diferencia. Hagamos una zona libre de turistas o que los turistas en esa zona, se comporten humanamente. No dá ir a la Recoleta para un entierro y se colen turistas en el cortejo y te pregunten quien era el que se murió! Pará hermano, no todo es show!!
No se puede ir al restaurant de tu barrio (no en el centro, sino cerca de la Gral Paz, en el culo de la ciudad) a comer lo que comes todos los jueves a la noche y encontrarte con turistas que todo le parece barato y dejan 20 dolares de propina, no dá! El mozo ahora nos mira como miserables y el dueño ya me aumentó el vino porque los turistas se tomaron tres del más caro del menú, al grito de "está regalado!".


Estas de vacaciones en Argentina, tu equipo juega contra Argentina en el Mundial, vas a verlo a un restaurant con pantalla gigante, please, no grites el gol que deja afuera a Argentina sino pensaste antes las consecuencias de ese grito. A menos que seas mujer, menor de 40 y estés bárbara, pensalo, porque el porteño no es muy tolerante cuando su orgullo futbolístico está herido! Pensá que alguna puteada te vas a comer!
Sos turista, fanático del turismo aventura, no te tomes el bondi que yo tomo para volver a casa a las seis de la tarde con la mochilla XXXL que usas para recorrer toda américa con una baranda que voltea y encima la llevas en el asiento al lado tuyo que ocupas con cara de boludo. Un boleto, dos asientos, sólo porque hablás en flamenco?Paremos la mano!!



Solicito que la Secretaría de Turismo de la Nación que diseñe, imprima y reparta volantes en los principales, hoteles, hostels, restaurants, dando unas pautas mínima de conducta urbana, yo ya tengo un título para el folletín. Se podría llamar "Guía básica del turismo urbano de Buenos Aires".



Y el subtitulo: "poniendo los puntos!". Sin ofender a nadie, por una mejor convivencia.

3 comentarios:

Ana dijo...

Jajajaj, buenísimo!! No podría estar más de acuerdo.Sufro de igual manera todo lo mismo que mencionaste.

Agrego que cuando viajan el bondi, no se paran ni en pedo a cederle el asiento a un anciano. Parece que no sólo no hablan el mismo idioma: no saben interpretar dibujitos, y no tienen idea del concepto de educación y respeto.

Ana C. dijo...

Sería el primer país del mundo en educar a los turistas extranjeros.

Los turistas extranjeros son una plaga en todo el mundo. Los argentinos como turistas extranjeros son una de las versiones más deplorables del animal turistus extrangerus.

Rara combinación. Quizás dé resultado. De Argentina para el mundo.

Anónimo dijo...

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