Hace 25 años....

Teníamos 15 o 16 años, mirábamos todo lo que pasaba con expectativa, nos involucrábamos, tomábamos partido, marchábamos, leíamos, opinábamos y nos perdíamos en charlas eternas como si lo que viniera fuera excepcional y cambiaría el mundo. Como si fuéramos los primeros en hacer esas cosas, como si estuvíeramos en una etapa fundacional.

Nos planteábamos todo y todo era objeto de debate y consenso. Teníamos esperanza que las cosas cambiaran, mejoraran y dejaríamos atrás momentos oscuros, de uniformidades, de gritos, de imposición de pensamientos únicos.

Fue un lustro o quizá duró unos meses más, luego llegó el momento del bolsillo, del precio, del dolar, del viaje, de tener y comprar. De mostrar y parecer, de intentar entrar en el primer mundo a calquier precio.

Esa primavera, de movilizaciones, de mítines políticos, de cines debates, de charlas abiertas, de votaciones públicas, de centros de estudiantes, de teatros libres y gratuitos y lecturas públicas fue una primavera y nos tocó justo cuando estábamos despegando.

El primer discurso que dio ese Presidente electo, no fue desde la Casa de Gobierno, sino desde el Cabildo de Buenos Aires y ese fue todo un dato en los tiempos que corrían, el Cabildo era el lugar donde se reunían los vecinos para decidir los asuntos públicos, era el lugar de la dleiberación, de la formación de la democracia, el ágora porteño. Nadie más, uso ese púlpito, que quedó olvidado con excepción de los 25 de Mayo que lo embanderan y lo iluminan.

El Presidente que asumió tuvo que afrontar muchas situaciones tratando de modificarlas con poco poder antes factores de poder fuertes. Tuvo suerte dispar, pero siempre quiso que su administración fuera una bisagra e iniciara un período de 100 años de democracia e inculcar a la sociedad que no podemos pretender estar mejor sin el respeto al Estado de Derecho, que las instituciones son importantes.

Estamos en eso, mal o bien.

Fue un Presidente honesto, quizá le puedan achacar miles de errores, pero yo creo en su buena fe en su gestión pública. Ahora está pasando sus últimos meses de vida y resulta necesario, creo yo, transmitirle que hizo las cosas bien. Y darle las gracias.

Por todo esto, no puedo sino que, emocionarme, ante ese día, en aquel diciembre, hace 25 años en la primavera de nuestras vidas....

Gracias Don Raúl.